“La educación no termina en las aulas de las escuelas, sino que se afirma principalmente respetando y reforzando el derecho primario de la familia a educar, y el derecho de las Iglesias y de los entes sociales a sostener y colaborar con las familias en la educación de los hijos”

Las Escuelas Católicas constituyen un lugar privilegiado para la maduración de la personalidad de cada uno de los estudiantes y la posibilidad de definir un proyecto de vida centrado en el proyecto de Jesús.

Nuestro colegio se define como:

• Una opción basada en la construcción de comunidad, en el cuidado de la casa común y en la preocupación por el prójimo;
• Una gestión educativa contextualizada a las realidades económicas, sociales y políticas; 
• Una propuesta didáctica que toma en cuenta las capacidades y potencialidades de cada persona y el compromiso con la construcción de una sociedad justa, equitativa y en paz.

La formulación actualizada de este proyecto educativo ha sido posible gracias a la participación de la misma comunidad en diferentes instancias de reflexión y consulta, y también al acompañamiento brindado por la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago, a cuya propuesta de Modelo de Escuela Católica, adherimos profundamente. Por eso presentamos este documento con gratitud, porque es fruto de las reflexiones y sueños compartidos.